Capitulo 57 :D

Atraje a Tom hacia mi, deseosa de sentir su piel, mientras abría las piernas para dejarlo entre ellas. Vi brillar sus ojos, y su sexo rozo mi entrada. Pude notar que estaba duro y caliente, y mi cuerpo se arqueo buscando sentirlo de una vez. Sentí el temblor en el cuerpo de Tom. Levante mis caderas hasta que su sexo quedo en la posición apropiada. Me miro a los ojos, aun inseguro de hacerlo o no. Pude entenderlo como si no quisiera lastimarme, hasta que se decidió. Entonces, sentí que poco a poco, entraba en mí.

-Tom: Sentirás incómodo al comienzo, pero prometo que pasara pronto - Me dijo al oido de forma melosa.
-Tu: Confio en ti, Porque TE AMO y quiero que seas tu el unico hombre en mi vida.... - Dije mirando a sus ojos oscurecidos por el deseo.
-Tom: esta bien Princesa.... Como extrañaba llamarte asi... - Y me beso con dulzura infinita.
-Tu: No dejes nunca de hacerlo.... me encanta que lo hagas....

Entonces fue con lentitud, como si temiese herirme. Cada centímetro que ingresaba en mi cuerpo, eran un torbellino de nuevas emociones para mi,del deseo mas sublime. Era increíble. Tom me estaba llenando. De pronto, quizás por la desesperación o el anhelo, terminó de entrar en mí de un solo golpe, haciéndome gritar tanto como él. Mi cuerpo destilaba puro placer, mientras la lengua de Tom se paseaba por mi hombro. Lo atrape entre mis piernas, incitándolo a moverse. Por fin era suya, y por fin el era mío. No había nada más en este mundo que importase. El momento era nuestro.

Las caderas de Tom comenzaron a tomar ritmo, entrando y saliendo, al principio con cierta timidez y cuidado, pero a medida que el placer dominaba nuestros cuerpos sus embestidas se fueron haciendo cada vez más fuertes y profundas, lo que hizo que nuestros gemidos terminaran siendo prácticamente gritos desgarrados de placer. Lo sentía llenarme y la fricción me estaba matando, a pesar de que senti dolor al principio, fue rapidamente reemplazado por el deseo de querer más y más. Las manos de Tom apretaban mis caderas, y nuestras pieles exudaban en una suave capa de sudor.

La respiración agitada de Tom se mezclaba con mis gemidos. Su ritmo fue aumento más aun con fuerza, haciéndome sentir esa inequívoca sensación de calor en mi vientre, que me avisaba del orgasmo próximo. Entreabrí mis labios, buscando más oxígeno. Me aferre con fuerza a su espalda sudorosa,Tom me abrazó como si tarta de protegerme y asi me hizo sentir, ya no sentia temor ni dolor. Llegó  el momento de nuestro orgasmos, lanzamos una seria de gritos entrecortados, que me hicieron estremecer más aun. Pude sentir su calidez derramándose en mi interior, llenándome. Nos besándonos sin cansancio. Y casi nos deslizamos de entre nuestros brazos, quedando débiles y felices.

Esto era lo más increíble que había vivido en mi miserable existencia. No creía merecer tanta felicidad. Era un hecho. Si tuviera que morir ahora, lo haría en los brazos de Tom y eso me haría feliz, porque estuve con el hombre que amo y me demostró todo su amor de la forma más maravillosa. Me acurruqué a su costado, mientras Tom me acariciaba el cabello… Era una suerte que estuviésemos en campo abierto o nos hubiesen denunciado por ruidos molestos. Me reí ante ese pensamiento.

Tom se mantenía en silencio, aferrándome entre sus brazos. Su cabello estaba imposiblemente despeinado, pero eso me gustaba. No quería pensar como se encontraría el mío.

-Tom: ¿Qué es lo gracioso?- pregunto con voz sedosa
-Tu: Nada – dije riendo otra vez.
-Tom: No me hagas esto- se quejo- me mata cuando no me dices lo que piensas.
-Tu: Bueno… me preguntaba que hubiese pasado de haber hecho esto en casa… ¿tú crees que se hubiesen quejado los vecinos por ruidos molestos? - Tom rio. Su risa clara y cristalina me acaricio el alma, como bálsamo.
-Tom: Creo que hubiésemos tenido un par de problemas- acepto- Deberemos aprender a mantener nuestras bocas un poco más cerradas.
-Tu: No lo creo posible- musite suspirando.
- Tom: A decir verdad yo tampoco – rio de nuevo. Me abrace con fuerza a él. No quería que la noche acabase nunca.
Tom me atrapo con sus fuertes piernas y me acaricio un brazo, delineando la forma de este.
-Tom: ¿No tienes frio?- pregunto de pronto.
-Tu: No- dije. Y era verdad. Estaba muy lejos de sentir frio, a pesar de ser de madrugada.
-Tu: Kaulitz… - le dije mirandolo a los ojos.
-Tom: ¿_______(tn)?- Pude notar como sus ojos brillaban al decir mi nombre.
-Tu: ¿Cuándo te distes cuenta que me amabas? – pregunté.
-Tom: Creo que me di cuenta hace muy poco… lo siento. Pero en realidad mi corazón lo sabía hace mucho tiempo. Si he de ser sincero, el se dio cuenta cuando te fuiste a California. Pero no se lo digas a nadie- Me lo dijo en tono de burla.
-Tu: No te preocupes, se lo testarudo y ciego que eres – le dije.

Puse una mano sobre su corazón y me asombré de lo fuerte que palpitaba.
-Tom: No moriré de un ataque – me susurro de pronto. Sonreí ante su comentario.
-Tu: Quizás no, pero puede que necesites un corazón nuevo. Este va a terminar muy usado – bromeé.El me miro ceñudo.
-Tom: Nunca cambiaría este corazón. Es con el que me enamoré de ti y por eso, no tiene reemplazo – me dijo, besando mi cabello - Tom me hizo suspirar. Era increíblemente perfecto.

Cerré los ojos un momento y quizás fue por eso que no lo podía creer cuando los volví a abrir y estaba amaneciendo. Habíamos pasado toda la noche en la humedad del prado, amándonos y no había tenido noción alguna del tiempo.

-Tu: Creo que probablemente se estén preguntando donde demonios estamos – musité a su oido.
-Tom: ¡Que no les importe! Por mi no volveria jamás si estas tu a mi lado Princesa... no tengo ganas de irme jamás de acá…
-Tu: No seas así Tom Ellos se preocupan más de lo que crees. Además podemos volver cuando queramos… este será nuestro sitio privado. Nuestro pequeño prado secreto…
-Tom: ¿Lo dices en serio?- preguntó ansioso.

Tom me beso, por toda respuesta. Me abrazó una vez más a él sin querer dejarme ir. El suspiro.
-Tu: Amor....- le dije- no me tientes de no volver a casa. Me reí ante la convicción de mis palabras. En realidad era capaz de volver a amarme,Tom parecía no conocer el concepto de cansancio.
-Tom: Está bien, vamos a casa- se quejó sentándome- Creo que tendremos algunos problemas con la ropa- musito.

Y efectivamente, sólo los pantalones de Tom y lo que quedaba de mi vestido estaban en condiciones. La camisa y el vestido… pues estaban un poco rotos. En realidad mi vestido solo eran trozos regados a varios metros a la redonda. No podría volver a ponérmelo.

-Tom: Bien pues… tendrás que ponerte mi camisa… o lo que queda de ella- dijo- Yo no llamaría tanto la atención si voy sin camisa, pero tu… - me miro pervertidamente.
-Tu: ¡Tom Kaulitz!– reí.
-Tom: Ya Princesa no te enojes, era solo una brima sabes que te amo mas que a nada - Mi dijo besando mi nariz, lo que me provoco un escalofrió.

Y nos dirigimos a nuestros autos con una lentitud propia de los amantes cansados y felices, nos encaminamos entre los arboles del bosque para abrir nuestros autos, poco dispuestos a volver a la realidad. Si fuera por mi no saldria de ahi nunca más, no me importaba si tenia a Tom  a mi lado.......................