-Tom:
______(tn)… yo estoy enamorado de ti… yo lo siento mucho…- lo escuche susurrar
tan bajo que apenas se escucho. Pero yo sí que lo oí. Trate de contestar o de
decir algo, pero se me trabo la lengua y fui incapaz de decir alguna palabra.
Se me salió un suspiro guardado por meses. Fueron segundos eternos los que nos
quedamos mirando en medio de la noche, solo acompañados del cantar acompasado
de los grillos. Y por fin, me salió la voz.
-Tu: ¡Demonios, pensé que no lo dirías nunca!- musité acongojada.
-Tom: Y tu… me amas…?- Lo escuche preguntar dudoso.
Me largue a reír. No me estaba burlando, estaba extasiada. Demasiado feliz para hacer otra cosa. Vi que Tom se tensaba, algo molesto por mi respuesta.
-Tu: Pero claro que te amo, niño estúpido, bobo y malcriado- le dije, apretándolo a mi cuerpo- Y todavía lo preguntas… ¿cómo es posible que no te hayas dado cuenta en todo este tiempo?- le pregunte.
-Tom: Estaba ciego- musito – ______(tn), necesito que me perdones, todo lo que he hecho… he sido tan malo y tan tonto… yo no merezco que tu….
Y me acerque a su rostro, para callarlo. No quería escuchar mas nada por hoy. Lo bese con suavidad, limpiando sus lágrimas con mis besos. Tom se quejo despacio y me acaricio el cabello, enredado su dedos en el. Esto era el cielo. Desee tantas noches tenerlo entre mis brazos, y besarlo, sabiendo que Tom me amaba…
Lo volví a besar, esta vez con más ímpetu. Atrape sus labios y lo bese con desesperación, enredado mi lengua con la suya, saboreando su boca fresca y dulce. No me lo podía creer y sentí que me faltaba el aire. Lo tome del cabello, exasperada por el cumulo de deseos que me atenazaban y pronto recordé que Tom me evito una vez. Cuando lo tome por la fuerza. Me sentí asustada y retrocedí. No quería dañarlo.
-Tom: ¿______(tn)?- pregunto algo extrañado.
-Tu: No es que yo… no quiero hacerte daño Tom… tu…
Tom pareció comprender, y se acerco a mí. Me acaricio el rostro y me miro con dulzura infinita.
-Tom: ______(tn), yo quiero ser tu primera vez. Lo deseo. Esto también será nuevo para mí… tu entiendes…- me dijo algo avergonzado- Porque yo nunca he ''echo el Amor'', siempre fue solo sexo. Nunca he dejado que alguien tome el control, pero quiero que lo hagas. Quiero que seas tú. No podría ser nadie más que tu para enseñarme que es ser amado.
-Tu: Entonces será nuestra primera vez, yo tampoco imagino a nadie más que no seas tu. Quiero sentirte dentro de mi – le dije con voz sedosa.
-Tom: Lo será- me dijo él.
Y ya no importo nada más. Ni la noche, ni el prado, ni nada. Solo éramos Tom y yo, en medio de la noche, amándonos… Me tomo entre sus brazos y me acomodó en el suave césped…
Me sentía perdida en la inmensidad de los ojos dorados de Tom. No estaba segura en qué momento las cosas habían pasado de estarlo odiando a estarlo amando, pero no me importo demasiado… esta noche, seria para nosotros. Me sentí inconfesablemente nerviosa cuando Tom me tendió sobre el césped del prado, y un escalofrío que no era por la temperatura, me recorrió el cuerpo desde los pies a la cabeza. ¿Seria posible que esto, tantas veces soñado e imaginado estuviera realmente sucediendo? Mi mente se negaba a reconocerlo, pero las sensaciones de mi cuerpo eran inequívocamente verdaderas. Sentí la delicada presión de su mano delineando la curva de mi cadera, mientras su acompasada respiración removía levemente el cabello sobre mi frente. Esto era real. Y yo apenas podía creérmelo.
Sus labios acariciaron los míos con infinita dulzura. Sentía como el corazón me galopaba desbocado en el pecho, y estaba segura de que el sonido era tan fuerte que ambos podíamos escucharlo. Tom no hablaba y yo tampoco. Lo que teníamos que decir ya no lo explicaban las palabras. Lo amaba. Se lo había dicho. Y él me correspondía. Desesperada por el mar de emociones, acentué la presión sobre sus labios, entreabriéndolos, pues deseaba más de Tom y no creí que fuese capaz de cansarme de él. El me devolvió el beso en forma apasionada, sintiendo tanto como yo la punzante desesperación y necesidad de pertenecernos. Esta ocasión era tan diferente a todas las vividas por Tom… ya no era el chico osado, animoso, que se divertía haciendo esto… Ahora era solo Kaulitz, teniendome en sus brazos, tan temblorosa como una hoja y ansiosa como jamás lo había estado. Me deje hacer. Quería que él me hiciera suya más que nada en este mundo.
Tom siguió besándome, acrecentando el calor de mi cuerpo. Mis brazos lo atraparon, atrayéndolo más a mí, apretándolo contra mi cuerpo. Un suspiro ahogado escapo de sus labios y sentí como se me erizo la piel al oírlo. Se separo un instante solo para mirarme. Una suave brisa removió su cabello y no podía creer que mis ojos tuvieran delante tanta belleza. Tom se removió un poco sobre mí, tratando de no aplastarme, pero yo estaba lejos de dejarlo escapar. Sentí una suave sonrisa cuando se sintió atrapado, y dejo de intentarlo. Esta vez su beso fue más furioso, lleno de deseo. Sus manos acompañaron a sus labios y descendieron sobre mis costados, buscando explorar algo más de piel. Me levante para ayudarle y el deslizo sus manos sobre mi vestido, tratando inútilmente de removerlo, puesto que estaba demasiado apegado a mi cuerpo. Lance un gemido de asombro cuando lo oí desgarrarlo, pero esto no hizo más que encenderme más. Sentí sus manos quitando los trozos de tela, mientras sus dedos temblorosos acariciaban mi espalda desnuda. Sonreí al recordar que no traía ropa interior, pero eso solo lo hacía más simple. Sus dedos delinearon mi espalda, apretando, conociendo y luego volvió a dejarme descansar sobre el césped.
Sus labios besaron mi cuello y fueron descendiendo tortuosamente hasta mi clavícula, dejando un rastro de besos, que bajaban con decisión hasta encontrarse con la delicada curva de mis pechos desnudos. Gemí de placer al sentir sus labios, besando cada milímetro de piel expuesta, mientras sus manos se amoldaban también, apretando y acariciando. Pronto su lengua acompaño a sus labios, acariciando con vehemencia los pezones endurecidos por el deseo, y haciéndome emitir gemidos acompasados de placer. Quería mas, y su lentitud solo me hacia enloquecer. Pronto mis manos se enredaron en su cabello, enfebrecida de la sensación de su lengua suave acariciando mis senos. Lo atraje más hacia mi pecho, y el, comprendiendo, afianzo su agarre, dándome caricias mas apasionadas y mordiéndome con suavidad. Pensé que el corazón me explotaría. Con una horrible lentitud, sus manos descendieron por mis piernas y volvieron a subir llegando a la cintura donde tenia lo que quedaba de mi vestido. Me miro un momento, como asegurándose de que todo iba bien, y luego tiro de el con maestría, dejándome automáticamente desnuda. Me sentí enrojecer y agradecí que fuese de noche. No sabía porque sentía estas emociones con Tom. Pero nada parecía compararse a él y sus manos trémulas, explorando cada parte de mi cuerpo.
Cuando mi respiración agitada se calmo un poco, decidí que era el momento de desnudarlo a él también. Comencé a desabotonar su camisa, pero mis dedos torpes no conseguían el propósito. Sentí una punzada de desesperación. Seguí el ejemplo de él y le di un tirón seco a la camisa, haciendo volar lo botones. Escuché la risa musical de Tom, divertido por mi osada idea y luego el mismo terminó de quitarse la camisa, impaciente. De alguna forma había conseguido también quitarse los pantalones, aunque no pude percatarme del momento en que lo hizo. Estaba demasiado perdida en la profundidad de sus ojos, en la electricidad de sus manos al tocarme, y en el temblor de mi piel… Me arriesgue a más y decidí tocarlo. Mi mano descendió despacio entre nosotros, haciéndose lugar y me permití atrapar la masculinidad de Tom, alcanzado a percibir lo excitado que se encontraba. Su erección en mi mano respondió al contacto, latiendo y e hinchándose, como si tuviese vida propia. Me gusto causar esas reacciones y le di un apretón, ganándome un gemido ronco. Quería ser la autora de su placer y capaz de cumplir todos sus deseos.
En un movimiento rápido, Tom quedó sobre mi, cambiando la posición inicial. Sentí un cosquilleo al percibir la cercanía de nuestros sexos, y mi corazón comenzó con su loca carrera una vez más. Tom deslizo sus manos por mis costados, apretándome en la cintura y volviendo a subir hasta apoderarse nuevamente de mis senos. Los tomo y no pude evitar gemir ante su contacto. Sus manos quemaban en mi piel, dejando una marca invisible allí en donde tocaba. Jadeé con desesperación, buscando calmar el fuego que reinaba entre mis piernas. Sentí la mano de Tom deslizarse entre nosotros y el toco mi sexo, que palpitó ante su contacto. Sentí un mareo suave, que fue pronto reemplazado por oleadas de placer al sentir como acariciaba mi centro húmedo con sublime delicadeza, introduciendo un dedo despacio, y entregándome placer sin límites, a la vez que acariciaba toda mi intimidad con la palma de su mano. Me estaba desesperando y lo quería dentro de mí, pero no me lo permitió. Con otro movimiento, volví a quedar de espaldas, esta vez, Tom comenzó a besar mis senos con pasión, deslizando su lengua sobre mis pechos, uno después del otro y así fue descendiendo, dibujando formas en mi vientre, enviando oleadas de placer por mi espina dorsal y haciéndome estremecer al ir bajando hasta la curva de mi cadera. Su lengua siguió dibujando, mientras sus dientes mordisquearon levemente la suave piel de mi vientre, hasta que llego a estar sobre mi centro.
Sentí su respiración cálida sobre mi intimidad y me estremecí en anticipación. Creí que moriría cuando sentí los suaves labios de Tom besar mi sexo, dulcemente, y con gentileza. Luego sentí su lengua suave abrirse paso entre los pliegues de mi centro, haciéndome gemir con desesperación. No conocí jamás sensación tan intensa, mis piernas temblaban sin control y mis manos se perdían en la suavidad de su cabello bronce. Sentí cosquilleos en todo el cuerpo, los cuales se fueron acrecentando en la espalda baja y en el vientre. Un calor conocido comenzó a llenar mi cuerpo, mientras la lengua de Tom recorría por completo mi muy mojada cavidad, deslizando, succionando, besando, hasta hacerme sentir mareada de pasión. Mi respiración se torno dificultosa, agitada. Pronto sentí que la fuerza incontenible del orgasmo se avecinaba, y casi sin percatarme de lo que hacía, jale con fuerza el cabello de Tom, enterrándolo más aun en mi sexo, mientras un grito desesperado escapaba de mi garganta, haciendo que sus labios se entreabrieran gimiendo. La sensación fue tan fuerte, que me sentí desfallecida en un instante.
Lo cual no significaba que esto se detendría.
Tom serpenteo sobre mí, hasta alcanzar mis labios entreabiertos aun de placer y me beso. Increíblemente sus labios parecían aun más suaves que antes. Le devolví el beso con ansias, a pesar de mi cansancio. Antes de que él se percatara, tome a Tom con una fuerza que hasta a mi me asombro y lo deje de espaldas. Esta vez me tocaba a mí.
Me deslicé despacio por su vientre hermoso, delineando sus músculos con mis labios. Lo sentí gemir despacio, lo cual actuó de acelerante para mis ya revolucionadas hormonas. Deslice mi lengua por su pelvis, haciendo que Tom se retorciera deliciosamente. Era mío. Descendí lo suficiente para tener su firme sexo frente a mí, y me deleité en la vista, antes de tomarlo entre mis manos. Era grande y caliente, y se me antojo tenerlo entre mis labios. Tom no hacía más que gemir mi nombre, haciendo que los vellos de la nuca se me erizaran de puro placer. Con lentitud, envolví su miembro con mi lengua, ganándome un sonoro gemido de placer que me hizo volver a humedecer. Mis labios apretaron a Tom, y luego comencé a adentrarlo más en mi boca, tratando de tenerlo por completo dentro de mí. No fue posible, pero hice múltiples intentos, lo cual me hacia ganar mas y mas gemidos de Tom. No debía de estarlo haciendo tan mal. Enrollé mi lengua y succione enloquecida, envuelta en el placer de causar sensaciones en el cuerpo del hombre que amaba. Lo sentí tensarse, y sus manos atraparon mi cabello, mientras jadeos entrecortados se escapaban de sus labios, con una respiración errática y entrecortada. Aumenté el ritmo de mis succiones, haciendo entrar y salir su miembro con rapidez de mi boca, hasta lo más profundo que me fue posible. Deseaba sentir su esencia en mi boca, en mis labios, añoraba sentir su sabor. Y no transcurrió mucho tiempo hasta que lo logré. Sentí las piernas de Tom tensarse fuertemente, y su vientre endurecer. El agarre de sus manos en mi cabello aumento, mientras el lanzo un grito ahogado de placer, y yo estrujaba su miembro hasta apoderarme de la última gota de su semen, bebiéndolo, adorándolo. Bese su sexo y sonreí feliz. Ahora el también había disfrutado, y era glorioso.
Me sentí feliz y poderosa, pero la alegría me duraría bastante poco.
La mano de Tom me atrajo hacia él, y me volvió a besar dulcemente, con la necesidad plasmada en sus ojos. Sus manos acariciaron mi espalda desnuda haciéndome gemir extasiada por la sensación reconfortante de sus manos en mi piel. Sus besos se volvieron más demandantes y yo respondí gustosa. Su lengua acariciaba mis labios, y sentir su sabor en mi boca era embriagante. Sus manos se enredaron en mi cabello, mientras el beso se volvía frenético, y nuestras respiraciones perdían el ritmo. Ya queria tenerlo dentro de mi. Que fuéramos uno solo.
Tom se volvió a mover, hasta quedar sobre mí. Por un momento, se detuvo para contemplarme. Sus ojos estaban tan oscuros, que casi olvide que eran dorados. Los veía casi negros, oscurecidos por el deseo. Me vi reflejada en ellos, tan deseosa como él, quizás más. Su fresco aliento tibio me acaricio la piel desnuda del cuello y mi corazón alborozado casi tartamudea en su ritmo cuando sus labios volvieron a hablar luego de un largo rato de silencio para decir las palabras más hermosas que mis oídos han escuchado.
-Tom: Te Amo...
-Tu: Y yo Te Amo a ti...- respondí, casi con un hilo de voz, pero totalmente segura.
Luego, los brazos de Tom se volvieron demandantes. Esta vez no tenía esa suavidad inicial, sus caricias estaban teñidas de impaciencia, lo cual me encantaba para ser sincera. Sentí sus manos enterrándose en la suave piel de mis caderas y un gemido ahogado escapo de mis labios. Sus labios frenéticos atraparon nuevamente mis senos, mordiendo y succionando, con ansias.........................
-Tu: ¡Demonios, pensé que no lo dirías nunca!- musité acongojada.
-Tom: Y tu… me amas…?- Lo escuche preguntar dudoso.
Me largue a reír. No me estaba burlando, estaba extasiada. Demasiado feliz para hacer otra cosa. Vi que Tom se tensaba, algo molesto por mi respuesta.
-Tu: Pero claro que te amo, niño estúpido, bobo y malcriado- le dije, apretándolo a mi cuerpo- Y todavía lo preguntas… ¿cómo es posible que no te hayas dado cuenta en todo este tiempo?- le pregunte.
-Tom: Estaba ciego- musito – ______(tn), necesito que me perdones, todo lo que he hecho… he sido tan malo y tan tonto… yo no merezco que tu….
Y me acerque a su rostro, para callarlo. No quería escuchar mas nada por hoy. Lo bese con suavidad, limpiando sus lágrimas con mis besos. Tom se quejo despacio y me acaricio el cabello, enredado su dedos en el. Esto era el cielo. Desee tantas noches tenerlo entre mis brazos, y besarlo, sabiendo que Tom me amaba…
Lo volví a besar, esta vez con más ímpetu. Atrape sus labios y lo bese con desesperación, enredado mi lengua con la suya, saboreando su boca fresca y dulce. No me lo podía creer y sentí que me faltaba el aire. Lo tome del cabello, exasperada por el cumulo de deseos que me atenazaban y pronto recordé que Tom me evito una vez. Cuando lo tome por la fuerza. Me sentí asustada y retrocedí. No quería dañarlo.
-Tom: ¿______(tn)?- pregunto algo extrañado.
-Tu: No es que yo… no quiero hacerte daño Tom… tu…
Tom pareció comprender, y se acerco a mí. Me acaricio el rostro y me miro con dulzura infinita.
-Tom: ______(tn), yo quiero ser tu primera vez. Lo deseo. Esto también será nuevo para mí… tu entiendes…- me dijo algo avergonzado- Porque yo nunca he ''echo el Amor'', siempre fue solo sexo. Nunca he dejado que alguien tome el control, pero quiero que lo hagas. Quiero que seas tú. No podría ser nadie más que tu para enseñarme que es ser amado.
-Tu: Entonces será nuestra primera vez, yo tampoco imagino a nadie más que no seas tu. Quiero sentirte dentro de mi – le dije con voz sedosa.
-Tom: Lo será- me dijo él.
Y ya no importo nada más. Ni la noche, ni el prado, ni nada. Solo éramos Tom y yo, en medio de la noche, amándonos… Me tomo entre sus brazos y me acomodó en el suave césped…
Me sentía perdida en la inmensidad de los ojos dorados de Tom. No estaba segura en qué momento las cosas habían pasado de estarlo odiando a estarlo amando, pero no me importo demasiado… esta noche, seria para nosotros. Me sentí inconfesablemente nerviosa cuando Tom me tendió sobre el césped del prado, y un escalofrío que no era por la temperatura, me recorrió el cuerpo desde los pies a la cabeza. ¿Seria posible que esto, tantas veces soñado e imaginado estuviera realmente sucediendo? Mi mente se negaba a reconocerlo, pero las sensaciones de mi cuerpo eran inequívocamente verdaderas. Sentí la delicada presión de su mano delineando la curva de mi cadera, mientras su acompasada respiración removía levemente el cabello sobre mi frente. Esto era real. Y yo apenas podía creérmelo.
Sus labios acariciaron los míos con infinita dulzura. Sentía como el corazón me galopaba desbocado en el pecho, y estaba segura de que el sonido era tan fuerte que ambos podíamos escucharlo. Tom no hablaba y yo tampoco. Lo que teníamos que decir ya no lo explicaban las palabras. Lo amaba. Se lo había dicho. Y él me correspondía. Desesperada por el mar de emociones, acentué la presión sobre sus labios, entreabriéndolos, pues deseaba más de Tom y no creí que fuese capaz de cansarme de él. El me devolvió el beso en forma apasionada, sintiendo tanto como yo la punzante desesperación y necesidad de pertenecernos. Esta ocasión era tan diferente a todas las vividas por Tom… ya no era el chico osado, animoso, que se divertía haciendo esto… Ahora era solo Kaulitz, teniendome en sus brazos, tan temblorosa como una hoja y ansiosa como jamás lo había estado. Me deje hacer. Quería que él me hiciera suya más que nada en este mundo.
Tom siguió besándome, acrecentando el calor de mi cuerpo. Mis brazos lo atraparon, atrayéndolo más a mí, apretándolo contra mi cuerpo. Un suspiro ahogado escapo de sus labios y sentí como se me erizo la piel al oírlo. Se separo un instante solo para mirarme. Una suave brisa removió su cabello y no podía creer que mis ojos tuvieran delante tanta belleza. Tom se removió un poco sobre mí, tratando de no aplastarme, pero yo estaba lejos de dejarlo escapar. Sentí una suave sonrisa cuando se sintió atrapado, y dejo de intentarlo. Esta vez su beso fue más furioso, lleno de deseo. Sus manos acompañaron a sus labios y descendieron sobre mis costados, buscando explorar algo más de piel. Me levante para ayudarle y el deslizo sus manos sobre mi vestido, tratando inútilmente de removerlo, puesto que estaba demasiado apegado a mi cuerpo. Lance un gemido de asombro cuando lo oí desgarrarlo, pero esto no hizo más que encenderme más. Sentí sus manos quitando los trozos de tela, mientras sus dedos temblorosos acariciaban mi espalda desnuda. Sonreí al recordar que no traía ropa interior, pero eso solo lo hacía más simple. Sus dedos delinearon mi espalda, apretando, conociendo y luego volvió a dejarme descansar sobre el césped.
Sus labios besaron mi cuello y fueron descendiendo tortuosamente hasta mi clavícula, dejando un rastro de besos, que bajaban con decisión hasta encontrarse con la delicada curva de mis pechos desnudos. Gemí de placer al sentir sus labios, besando cada milímetro de piel expuesta, mientras sus manos se amoldaban también, apretando y acariciando. Pronto su lengua acompaño a sus labios, acariciando con vehemencia los pezones endurecidos por el deseo, y haciéndome emitir gemidos acompasados de placer. Quería mas, y su lentitud solo me hacia enloquecer. Pronto mis manos se enredaron en su cabello, enfebrecida de la sensación de su lengua suave acariciando mis senos. Lo atraje más hacia mi pecho, y el, comprendiendo, afianzo su agarre, dándome caricias mas apasionadas y mordiéndome con suavidad. Pensé que el corazón me explotaría. Con una horrible lentitud, sus manos descendieron por mis piernas y volvieron a subir llegando a la cintura donde tenia lo que quedaba de mi vestido. Me miro un momento, como asegurándose de que todo iba bien, y luego tiro de el con maestría, dejándome automáticamente desnuda. Me sentí enrojecer y agradecí que fuese de noche. No sabía porque sentía estas emociones con Tom. Pero nada parecía compararse a él y sus manos trémulas, explorando cada parte de mi cuerpo.
Cuando mi respiración agitada se calmo un poco, decidí que era el momento de desnudarlo a él también. Comencé a desabotonar su camisa, pero mis dedos torpes no conseguían el propósito. Sentí una punzada de desesperación. Seguí el ejemplo de él y le di un tirón seco a la camisa, haciendo volar lo botones. Escuché la risa musical de Tom, divertido por mi osada idea y luego el mismo terminó de quitarse la camisa, impaciente. De alguna forma había conseguido también quitarse los pantalones, aunque no pude percatarme del momento en que lo hizo. Estaba demasiado perdida en la profundidad de sus ojos, en la electricidad de sus manos al tocarme, y en el temblor de mi piel… Me arriesgue a más y decidí tocarlo. Mi mano descendió despacio entre nosotros, haciéndose lugar y me permití atrapar la masculinidad de Tom, alcanzado a percibir lo excitado que se encontraba. Su erección en mi mano respondió al contacto, latiendo y e hinchándose, como si tuviese vida propia. Me gusto causar esas reacciones y le di un apretón, ganándome un gemido ronco. Quería ser la autora de su placer y capaz de cumplir todos sus deseos.
En un movimiento rápido, Tom quedó sobre mi, cambiando la posición inicial. Sentí un cosquilleo al percibir la cercanía de nuestros sexos, y mi corazón comenzó con su loca carrera una vez más. Tom deslizo sus manos por mis costados, apretándome en la cintura y volviendo a subir hasta apoderarse nuevamente de mis senos. Los tomo y no pude evitar gemir ante su contacto. Sus manos quemaban en mi piel, dejando una marca invisible allí en donde tocaba. Jadeé con desesperación, buscando calmar el fuego que reinaba entre mis piernas. Sentí la mano de Tom deslizarse entre nosotros y el toco mi sexo, que palpitó ante su contacto. Sentí un mareo suave, que fue pronto reemplazado por oleadas de placer al sentir como acariciaba mi centro húmedo con sublime delicadeza, introduciendo un dedo despacio, y entregándome placer sin límites, a la vez que acariciaba toda mi intimidad con la palma de su mano. Me estaba desesperando y lo quería dentro de mí, pero no me lo permitió. Con otro movimiento, volví a quedar de espaldas, esta vez, Tom comenzó a besar mis senos con pasión, deslizando su lengua sobre mis pechos, uno después del otro y así fue descendiendo, dibujando formas en mi vientre, enviando oleadas de placer por mi espina dorsal y haciéndome estremecer al ir bajando hasta la curva de mi cadera. Su lengua siguió dibujando, mientras sus dientes mordisquearon levemente la suave piel de mi vientre, hasta que llego a estar sobre mi centro.
Sentí su respiración cálida sobre mi intimidad y me estremecí en anticipación. Creí que moriría cuando sentí los suaves labios de Tom besar mi sexo, dulcemente, y con gentileza. Luego sentí su lengua suave abrirse paso entre los pliegues de mi centro, haciéndome gemir con desesperación. No conocí jamás sensación tan intensa, mis piernas temblaban sin control y mis manos se perdían en la suavidad de su cabello bronce. Sentí cosquilleos en todo el cuerpo, los cuales se fueron acrecentando en la espalda baja y en el vientre. Un calor conocido comenzó a llenar mi cuerpo, mientras la lengua de Tom recorría por completo mi muy mojada cavidad, deslizando, succionando, besando, hasta hacerme sentir mareada de pasión. Mi respiración se torno dificultosa, agitada. Pronto sentí que la fuerza incontenible del orgasmo se avecinaba, y casi sin percatarme de lo que hacía, jale con fuerza el cabello de Tom, enterrándolo más aun en mi sexo, mientras un grito desesperado escapaba de mi garganta, haciendo que sus labios se entreabrieran gimiendo. La sensación fue tan fuerte, que me sentí desfallecida en un instante.
Lo cual no significaba que esto se detendría.
Tom serpenteo sobre mí, hasta alcanzar mis labios entreabiertos aun de placer y me beso. Increíblemente sus labios parecían aun más suaves que antes. Le devolví el beso con ansias, a pesar de mi cansancio. Antes de que él se percatara, tome a Tom con una fuerza que hasta a mi me asombro y lo deje de espaldas. Esta vez me tocaba a mí.
Me deslicé despacio por su vientre hermoso, delineando sus músculos con mis labios. Lo sentí gemir despacio, lo cual actuó de acelerante para mis ya revolucionadas hormonas. Deslice mi lengua por su pelvis, haciendo que Tom se retorciera deliciosamente. Era mío. Descendí lo suficiente para tener su firme sexo frente a mí, y me deleité en la vista, antes de tomarlo entre mis manos. Era grande y caliente, y se me antojo tenerlo entre mis labios. Tom no hacía más que gemir mi nombre, haciendo que los vellos de la nuca se me erizaran de puro placer. Con lentitud, envolví su miembro con mi lengua, ganándome un sonoro gemido de placer que me hizo volver a humedecer. Mis labios apretaron a Tom, y luego comencé a adentrarlo más en mi boca, tratando de tenerlo por completo dentro de mí. No fue posible, pero hice múltiples intentos, lo cual me hacia ganar mas y mas gemidos de Tom. No debía de estarlo haciendo tan mal. Enrollé mi lengua y succione enloquecida, envuelta en el placer de causar sensaciones en el cuerpo del hombre que amaba. Lo sentí tensarse, y sus manos atraparon mi cabello, mientras jadeos entrecortados se escapaban de sus labios, con una respiración errática y entrecortada. Aumenté el ritmo de mis succiones, haciendo entrar y salir su miembro con rapidez de mi boca, hasta lo más profundo que me fue posible. Deseaba sentir su esencia en mi boca, en mis labios, añoraba sentir su sabor. Y no transcurrió mucho tiempo hasta que lo logré. Sentí las piernas de Tom tensarse fuertemente, y su vientre endurecer. El agarre de sus manos en mi cabello aumento, mientras el lanzo un grito ahogado de placer, y yo estrujaba su miembro hasta apoderarme de la última gota de su semen, bebiéndolo, adorándolo. Bese su sexo y sonreí feliz. Ahora el también había disfrutado, y era glorioso.
Me sentí feliz y poderosa, pero la alegría me duraría bastante poco.
La mano de Tom me atrajo hacia él, y me volvió a besar dulcemente, con la necesidad plasmada en sus ojos. Sus manos acariciaron mi espalda desnuda haciéndome gemir extasiada por la sensación reconfortante de sus manos en mi piel. Sus besos se volvieron más demandantes y yo respondí gustosa. Su lengua acariciaba mis labios, y sentir su sabor en mi boca era embriagante. Sus manos se enredaron en mi cabello, mientras el beso se volvía frenético, y nuestras respiraciones perdían el ritmo. Ya queria tenerlo dentro de mi. Que fuéramos uno solo.
Tom se volvió a mover, hasta quedar sobre mí. Por un momento, se detuvo para contemplarme. Sus ojos estaban tan oscuros, que casi olvide que eran dorados. Los veía casi negros, oscurecidos por el deseo. Me vi reflejada en ellos, tan deseosa como él, quizás más. Su fresco aliento tibio me acaricio la piel desnuda del cuello y mi corazón alborozado casi tartamudea en su ritmo cuando sus labios volvieron a hablar luego de un largo rato de silencio para decir las palabras más hermosas que mis oídos han escuchado.
-Tom: Te Amo...
-Tu: Y yo Te Amo a ti...- respondí, casi con un hilo de voz, pero totalmente segura.
Luego, los brazos de Tom se volvieron demandantes. Esta vez no tenía esa suavidad inicial, sus caricias estaban teñidas de impaciencia, lo cual me encantaba para ser sincera. Sentí sus manos enterrándose en la suave piel de mis caderas y un gemido ahogado escapo de mis labios. Sus labios frenéticos atraparon nuevamente mis senos, mordiendo y succionando, con ansias.........................
Awwww al fin se declararon su amor !! *.*
ResponderEliminarAme el capitulooo me encantoooo :D
siguelaa prontoo... Cuidte bye
Saaaaaaaaaaaaw!
ResponderEliminarFuck yeah! Al fin: lo hicieron! :33. Yo ya lo tenía previsto.
Esperaré el siguiente con muuuuuuuuuuuuchas ansias :33.
¡Nos vemos!
Saludos :3♥
Hola alien pasaba por aquí... para _$
ResponderEliminarbueno al grano xd, pasaba para dejarte una fic mía haber si te pasas, me sigues y dejas tu huellita (claro si tu quieres *,*) graciiasss!! es de Tom "eres mas que una noche de placer" ---> te espero x'3.
http://eresmasqueunanoche-deplacer.blogspot.com/
Chica ya la leo ajjajakakajsj es muy buena :) perdon por comentar :( luego comentare jiji promesa <3
Eliminarla dejaste en la parte mas interesante de todas las aliens sigueeeeeeee!"!!
ResponderEliminary no nos dejes con la imaginacionnnnnnnnnnnnn
me encnata y sigueeeeeeeeeeee