Capitulo 14 :D

Tom me tomó nuevamente de la cintura y me hizo aferrarme de su cintura dándome un suve y tierno beso en mis labios, haciendome probar mi propia humedad.Cerré los ojos, extasiada. Aun sin creer lo que había pasado, Tom sabia exactamente donde tocarme para hacerme sentir en las nubes, era increíble.

Me miró a los ojos y besó mi frente aferrándome a su intimidad a la altura de mi sexo. Sentí como se volvía cada vez más duro con cada movimiento, creí que me volvería loca. Le acaricie el cabello, acercándolo a mi boca y jadeando, sobrepasada por la situación. Tom  bajo sus labios a mi cuello y dejo un camino de besos que me provoco un escalofrió en todo mi cuerpo. Luego volvió a besar mis labios por una última vez y me bajo lentamente al suelo, para mi decepción. Lo mire intrigada y me atreví a preguntar.
-Tu: ¿De qué querías hablarme? - Dije tratando de componerme.

-Tom: Solo quería que supieras que te extrañe –me dijo, arreglándose el cabello y riendo, seguro mi pregunta había sido estúpida.
-Me sorprendió. No me esperaba ese tipo de declaración.
Tu: Ya no estás molesto? – Le dije con miedo.
-Tom: No hablaremos de eso – dijo serio – Solo quería que supieras que te extrañe. Podemos vernos mas tarde si quieres.
-Tu: Claro – dije en seguida. No podía creer que me hubiese extrañado.
-Tom: Bien, te veré en tu casa, en la noche pasare por ti.
-Tu: Ok – le dije, algo contrariada.
-
Tom: Ah, y antes que lo olvide, esto es para ti – vi que me tendía un teléfono.
-Tu: ¿Y esto...? -pregunte dudosa.
-Tom: Para llamarte –me dijo coqueto- está atenta, mi número está grabado en la memoria. Nos vemos princesa.
Y me dejo allí, mientras se iba, moviendo su trasero provocadoramente y dejándome más excitada que nunca. No me importo, finalmente, porque él quería verme de nuevo. Eso era lo único importante, y mi corazón salto de felicidad. Todo se borro. Sus palabras cargadas de ira, sus golpes, todo.
Lo único que veía era a Tom, sus labios y sus ojos. Podría haber saltado allí mismo, si no se viera ridículo. Tome el teléfono y lo bese, extasiada. El cielo me pareció más azul. Arregle mi ropa y corrí hasta mi auto, feliz de irme a casa.

Cuando llegue a casa, todo mundo me quedo mirando como si estuviese loca. Debió notarse en seguida mi cambio de humor.
-Dylan: Oye estas viva de nuevo – me dijo sonriendo.
-Kim: Mira nada mas esa sonrisita boba - Me dijo en un tono de burla, pero que yo ignoré por completo.
-Mama: ¿Estás mejor hija? – pregunto notablemente felíz.
Les sonreí a todos, pero no les conteste. Corrí a mi habitación y me deje caer en la cama, con la felicidad saliéndome por los poros. No me lo creía. Podría seguir viendo a Tom.
Unos golpes en la puerta interrumpieron mi gozo.
-Tu: Adelante – dije.
Vi entrar a Kim y sentarse en mi cama. Traía el rostro serio.
-Tu: ¿Qué sucede? – le pregunte.
-Kim: ¿Como se llama el chico con el que estas saliendo?
-Tu: ¿Por qué quieres saberlo? – pregunté, curiosa.
-Kim: Solo dime… ¿no será Tom Kaulitz verdad?
-La mire confusa. ¿Es que Kim conocía a Tom? No entendí nada, pero sentí un frio recorrer la espalda.
-Tu: ¿Cómo lo sabes? – pregunte finalmente.
-Kim: No _____(tn)… no sabes en que lio te estás metiendo...- dijo tristemente.
La mire confundida.
-Tu: ¿De qué me hablas Kim… lo conoces? – pregunte, ansiosa.
-Kim: Bueno, en New York todo mundo lo conoce…
-Tu: Asique New York…
Claro, sabia como todo el mundo que habían enviado a Tim con su padre, él se encargaba de recordarlo cada instante. Como castigo. Tom decía que no se llevaba bien con su madre y por eso se había venido. No conocía más detalles. Kim estudiaba en New York. Quizás lo conocía de algún lado…
-Kim: Si- me contesto – yo lo conozco – y más de lo que crees.
-Tu: Pero...pero ¿cómo?
La vi suspirar. Al parece no estaba muy convencida de contarme. Me puse tensa. Quizás no debería haber preguntado.
-Kim: Yo estuve un tiempo con Tom– dijo – él y yo salimos un par de veces. Mire a Kim sin creérmelo.
-Tu: Tu y él… - pregunte torpemente – ¿es que fueron novios o algo así?
-Kim: No- dijo ella seria – Tom no tiene novias. Solo hizo conmigo lo que con todas. Salió un par de veces, se acostó conmigo y me boto. Gracias al cielo yo no me enamore de Tom… pero creo que no puedo decir lo mismo de ti…

Sentí que el piso se movía y sin darme cuenta, el mareo se había convertido en nauseas, dejándome fuera de combate. Corrí al baño, vomitando todo lo que había comido. Esto tenía que ser alguna clase de broma.
Cuando me sentí mejor, salí a mi habitación y Kim aun se encontraba ahí. Estaba triste y yo ni hablar. Pero ella no lo sabía, y yo menos. Ninguna era culpable.

-Kim: Lo siento hermanita… yo… debí decírtelo antes.
-Tu: Está bien… no sabias… ni yo- le dije, triste.
-Kim: ¿Qué harás…?-me dijo- es decir… no pensaras seguir con Tom, ¿verdad?
La mire con odio. Se me subió toda la ira que tenía guardada.
-Tu: ¡Bueno y eso que más te da, yo hago lo que quiero con mi vida! – le grite, furiosa.
-Kim: Pero _____(tn), abre los ojos… Tom es así, hará lo mismo contigo y sufrirás… no quiero que sufras…
-Tu: ¡Es eso o quieres estar con él de nuevo! – le grite enfurecida- ¿no será que tienes celos de que ahora este interesado en mi?
Me miro y movió la cabeza con tristeza.
-Kim: Escúchame _____(tn) – me dijo lentamente – Tom es un chico lindo, pero no es mi tipo. Me siguió y hostigo hasta que consiguió interesarme, pero cuando tuvo lo que quiso me dejo. Y hace lo mismo con todas, tú no serás la excepción. Tom es un mal chico, juega con las mujeres. Las utiliza. No se enamora jamás, él es lo que se llama una mala persona. Totalmente. No tiene corazón, dignidad, recuerdos ni nada. Solo actúa por instinto, y ese es el de tener sexo y sexo…

No alcancé a darme cuenta, cuando me acerque abruptamente por la ira, y le di una cachetada en el rostro a mi propia hermana, hasta yo me sorprendí lo impulsiva que me había convertido hacia las cosas sin pensar. Kim ni siquiera se defendió. Solo se acaricio la mejilla y me dijo con calma.

-Kim: No me digas que no te lo advertí – me dijo – ya estas empezando a actuar como una vulgar, luego cuando andes llorando por los rincones no me busques. No tienes porque creerme a mí, mira – dijo buscando algo en su billetera- este es el numero de su hermana, se llama Alice y es amiga mía. Ella te puede ayudar mejor que yo. ______(tn), no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Y luego de esto, salió de mi habitación dejándome desolada.

No, Tom no podía ser así. Él es un ángel, uno quizás algo torcido, pero un ángel al fin. No podía permitir que hablaran mal de él. Y quizás yo podría cambiarlo, demostrarle que lo amaba y podría llegar a amarme a mí. Yo tenía esperanza y fe. Yo no estaba ciega. Estaba enamorada.